Cuando un profesor entra de guardia, se adentra en lo desconocido, 25  o más sistemas familiares de los alumnos con los que no suele estar a diario y con los que además va a interaccionar durante poco tiempo.

Es fundamental estar amoroso y centrado.

Un día tenía una guardia con un tercero de la E.S.O. con bastante mala fama pero con el que no tenía clase normalmente.

Entré en clase y estaban todos de pie, gritando, jugando, empujándose, ni siquiera me habían visto. Tres chicas que eran buenas estudiantes estaban sentadas haciendo sus deberes justo al lado de la mesa mia, en la parte de delante del profesor.

Una de estas niñas me dijo, - Has tenido mala suerte profe, es el peor grupo que te ha podido tocar-

Tras un rato de silencio le dije - No, es el mejor grupo que me ha podido tocar sin duda- y le comente al rato - observa, voy a agradecer a sus familias que hayan traido sus hijos a clase conmigo y verás como se calman-

Y tras centrarme y traer a mis padres conmigo, les fui dando las gracias uno a uno a los padres de cada alumno, visualizándolos detras de ellos, y así, según iba por cada uno, me miraban, se calmaban y se sentaban... Se estableció un silencio profundo y tranquilo, casi reverencial... miré a la chica, que estaba emocionada y conmovida y le comente: -  no temas, es simplemente el lenguaje del alma-

Los alumnos habían percibido mi respeto. El resto de la hora fue tranquila.