El primer día de clase, escribo mi nombre y apellidos en la pizarra, y me presento diciendo mi nombre y apellidos en alto. Después les pido que se presenten diciendo su lugar de nacimiento, donde viven ahora y que esperan de la asignatura.

Si solo dicen su nombre, se les explica que forman parte de una familia, con su padre y con su madre. Algunos pueden presentar resistencias a reconocer este hecho comentando: - Mi padre se fue y nunca... - Se les indica que, con independencia de lo que hayan hecho sus padres, ellos están en el mundo por intervención necesaria de los mismos. Se les puede preguntar: - ¿Estarías aquí si tus padres no se hubieran conocido?- y si es necesario se puede hablar de que la vida es un regalo que proviene de ese encuentro, al margen de como sea esa vida o como sea la relación con ellos. Nos entregamos a ese misterio más grande que se concreta en su presencia en la vida.

Al presentarse, pueden surgir las dinámicas familiares, padre dominante (lo dice fuerte y de manera invasiva) y madre sumisa y dependiente (apenas sin fuerza y con temor), se puede trabar o atragantar con alguno de ellos, aparece un secreto, o algo pendiente, o una vergüenza... también aparece la ruptura familiar, las separaciones...

Algunos dicen su nombre como una llamada, puede ser de socorro, pidiendo atención o como una petición. Otros dicen su nombre como si fuera un ausente o excluido, como hallándose ausente o no vivo. A todo esto ayuda sobre manera la información gestual y la posición corporal, apoyando el esclarecimiento de la implicación o lo que esté en el fondo. La mirada, la respiración, lo que hacen con las manos, etc, son otros puntos de atención.

Los hay que incluyen a la clase, por ejm. “espero que aprobemos todos”, estos son movimientos grandes que se vierten al alma común y algo similar se está moviendo en el sistema del alumno.

Es bueno asentir y reconocer con aprobación y una sonrisa si se da el caso. Los hay que están hacia dentro, solo quieren aprobar, están en sí mismos. Estamos aquí en el sálvese quien pueda, dinámicas desintegradoras... lo reconocemos en silencio. Otros están en la vida, - Quiero aprender y divertirme – otros miran hacia atrás, hacia la muerte “Que este año sea igual que el año pasado, o aprobar sin hacer nada...”

Al presentarse, algunos no miran, están ausentes, es importante centrarlos, traerles al aquí y ahora, a una postura adecuada, de pie, con los dos pies en el suelo, brazos relajados a los lados del cuerpo y mirada al resto de la clase.

La información que se recoge al decir su lugar de origen y su actual residencia nos habla, sobre todo en el caso de alumnos de origen inmigrante, de que no se ha realizado una adecuada despedida y duelo del lugar de origen, o en su caso, que no hay una acogida adecuada.

También aparecen aspectos pendientes, culpa, abandono de los que allí quedaron...

Con un grupo de 1º de la E.S.O. la presentación derivo a que contarán lo que habían hecho en Verano, un alumno describió minuciosa y detalladamente como había ocupado todo el verano yendo por quincenas de un lado para otro, con la madre y con el padre alternativamente, también había campamentos... La sensación que daba era que le trataban como una maleta, el chaval estaba triste y encajado en esa situación.

Tras centrarme, obtuve una respuesta, como un fogonazo, me levanté y escribí en la pizarra. "ERES UNO DE LOS NUESTROS".

En seguida se incorporó, se solto, y empezo a reir... estaba alegre, muy contento y no podía parar de hablar. Seguimos con las presentaciones y él seguía en este estado y preguntando que porque había escrito eso en la pizarra, que qué era y para quíen.

Estaba contento, su voz había cambiado pero necesitaba respuestas. Le miré y le dije, ¿cómo estabas antes de que yo escribiera esa frase?, se quedo en silencio, como si ya no reconociera ese estado como suyo, y agregué, "ha sido un regalo para los dos, gracias". Y se fue calmando y al final de la clase se acerco a mí y sonriendo dijo, "Profe, no lo entiendo pero ya me lo explicarás más adelante" y contento se marcho.